¿Por qué implican que hemos de ayudar a los animales en el mundo salvaje?
Oscar Horta. Profesor en la Facultad de Filosofía de la Universidad de Santiago de Compostela, miembro de la Fundación Ética Animal
Dos de las cuestiones centrales del debate en torno a la protección legal
de los animales son (i) si pueden ser sujetos de verdaderos derechos legales y
(ii) qué implicaciones tendría esto último.
Solamente la posesión de derechos proporciona una protección legal robusta.
Pero se ha privado a los animales no humanos de esta, sosteniendo que solamente
los seres humanos pueden ser personas legales. Esta argumentación no se
sostiene, pues no hay ninguna relación necesaria entre la pertenencia a una
cierta especie u otro grupo biológico y la atribución de personalidad legal.
Por el contrario, hay motivos de peso para defender la plena consideración
moral y el reconocimiento de personalidad legal a todos los seres sintientes. Y
estos incluyen a una gran parte de los animales no humanos. Ante esto, se puede
concluir que los animales no humanos deberían disfrutar de la protección legal
que confiere la posesión de derechos, incluyendo la que dan los derechos
positivos.
Esto implicaría el imperativo de actuar a favor de los animales. Ello es
particularmente relevante en el caso de los animales en el mundo salvaje.
Existen múltiples iniciativas para proporcionarles ayuda, no, frente a lo que
defiende el ecologismo, por pertenecer a ciertas especies o vivir en ciertos
ecosistemas, sino por ser individuos sintientes. Estas incluyen rescates,
hospitales para animales o programas de vacunación. Todas estas iniciativas son
de gran importancia debido a que la vida de los animales en el mundo salvaje no
es idílica. Por el contrario, los animales sufren terriblemente debido a
múltiples factores naturales, como enfermedades, condiciones climáticas hostiles,
lesiones, hambre y otras. La mayoría muere poco después de venir al mundo, dado
que la estrategia reproductiva predominante consiste en traer al mundo a un
gran número de crías de las que solamente sobrevive una minoría. Por ello es
tan importante la ayuda que les podemos proporcionar, que los derechos
positivos prescribirían.
UNA MIRADA A LOS GRANDES SIMIOS
Pedro Pozas
Terrados es escritor, naturalista e investigador. Director Ejecutivo del
Proyecto Gran Simio en España. Profesionalmente ha trabajado 37 años en la defensa
del medio ambiente y protección animal como funcionario en el Ministerio del
Interior.
Todas las poblaciones de grandes simios se encuentran en grave peligro de extinción. Algunas de sus subespecies cuentan con menos de 200 ejemplares. La caza furtiva, la deforestación, las epidemias o el cambio climático son sólo algunas de las causas con las que se enfrentan gravemente y que en diez años habremos eliminado a nuestros hermanos evolutivos. Parece que el homo sapiens es incapaz de convivir con otras especies de su propia familia. La extinción de los grandes simios será el preludio de la decadencia y la caída al abismo de nuestra propia especie. Pese a quien le pese, nosotros somos también grandes simios.
Y por último, sus manifiestos y la lucha por sus derechos son el principal objetivo del Proyecto Gran Simio y de los que expondré abiertamente en la última etapa de mi exposición.